Q: He estado practicando la Oración Centrante fielmente durante más de 20 años. En los primeros 10-15 años tenía hambre de información y leí casi todos los libros sobre espiritualidad y meditación cristiana que pude conseguir. Fui a retiros, retiros intensivos, mini-retiros, el P. Presentaciones de Keating (cuando vino a nuestra ciudad) y cualquier otra cosa que me "alimentara". Yo estaba en un modo de "tomar". Ahora rara vez leo, no he ido a un retiro en 5-10 años, etc. ¿Por qué? Porque siento que es mi momento de "vivir" (ir a la deriva) con todo lo que he aprendido. Para devolver de alguna manera. ¿Qué piensas? ¿Me estoy engañando a mí mismo? ¿Demasiado perezoso? ¿Demasiado arrogante? ¿Debería estar golpeando esos libros? ¿Te apuntas a los retiros?
A: Qué bendecido eres por haber recibido el don de la fidelidad: 20 años de compañía con Dios a través de la Oración Centrante.
Su pregunta es difícil de responder de manera genérica. Todos hemos experimentado el entusiasmo inicial de querer leer cada libro y asistir a cada retiro que se ofrece. Luego llega un momento, cuando los últimos libros, retiros y conferencias, ya no te aportan nada nuevo, cuando necesitamos tiempo para absorber lo que hemos aprendido y experimentado. En ese espacio tranquilo, recordamos lo que nos alimentó y abrazamos la esencia de esa fiesta tal como vive en nosotros. Releer "los viejos pero buenos" de la Oración Centrante nunca decepciona y siempre trae nuevos conocimientos.
Cuando preguntas: “¿Qué piensas? ¿Me estoy engañando a mí mismo? ¿Demasiado perezoso? ¿Demasiado arrogante? ¿Debería estar golpeando esos libros? ¿Inscribirse en retiros?”. Creo que estos son impulsos del Espíritu Santo. Compartiré con ustedes la recomendación del P. Thomas: "Siempre es bueno volver a lo básico". Así que sugeriría volver a leer, muy suavemente, Mente abierta, corazón abierto, y tal vez El misterio de Cristo y Invitación al amor. Tómese el tiempo, si puede, para experimentar una vez más el poder de un retiro intensivo de Oración Centrante. Atesora estas experiencias ahora en un nivel más profundo y celebra la nueva vida que se te ha dado.
Bendiciones, Padre Carl