Falso yo, Oración Centrante y Oración de Bienvenida

 

Q: Llevo muchos años practicando la Oración Centrante, aunque no me resulta fácil. Una cosa que me sigue frustrando es cómo ver el yo falso en la vida diaria real. Por ejemplo, he estado en un par de relaciones que no han sido psicológicamente saludables para mí, debido a patrones de comportamiento manipuladores e invasivos. Esto me ha llevado a una crisis psicológica hasta el punto en que ya no puedo lidiar con estas relaciones. Para mí y mi persona eso es bastante obvio, pero para mi mente espiritual es difícil, porque sigo diciéndome a mí mismo que estas personas deben ser bienvenidas y aceptadas tal como son, y debo tener en cuenta que son sólo los falsos Yo en mí que sigue siendo lastimado, de todos modos. Bueno, me resulta difícil navegar por estas cosas y no puedo elegir estas relaciones, aunque estoy seguro de que es posible excusarlo de una manera teológica abstracta. Mi pregunta entonces es: ¿deberíamos cuidar de nosotros mismos, incluida nuestra personalidad, con su (¿falsa??) necesidad de sentirnos seguros en relación con los demás? Me cuesta creer que pueda ser algo para otra persona sin priorizar una especie de cuidado personal en estas situaciones.

A: Gracias por comunicarte. Articulaste tu pregunta de manera tan conmovedora. Para aclarar, la oración de bienvenida no es pasivo. Sí, se nos pide que demos la bienvenida a lo que está sucediendo y aceptemos el momento, pero eso no significa que no tomemos medidas para rectificar o cambiar la situación. Y esto no es un defecto de nuestro "falso" yo. Cada uno de nosotros tiene patrones de comportamiento y heridas de nuestros primeros días que aún se manifiestan en nuestro comportamiento hasta el día de hoy. A medida que maduramos bajo la guía del Espíritu (que es de lo que se trata la Oración Centrante), se nos pide que despertemos a estos patrones y tomemos las medidas adecuadas. Podemos tomar conciencia de relaciones dañinas. No necesitamos culpar al otro, pero se nos pide que asumamos la responsabilidad y no sigamos poniéndonos en peligro. Estas prácticas son formas de ser amado en la vida. Y como dice el P. Thomas Keating afirmó: “estamos hechos para una felicidad ilimitada”, una vez que dejamos de lado las ilusiones que nos mantienen atados.

Espero que esto ayude. Si tiene alguna pregunta o inquietud sobre mi respuesta, no dude en comunicarse.

Bendiciones en tu viaje,

María Dwyer
Extensión Contemplativa