Brother Patrick in Life and Death

The Gift of Life: Death & Dying, Life & Living DVD set offers a vision of hope and a view of reality that counter the cultural norms that view death as a tragedy, or the end of living, or an entry into harsh judgment and retribution. These videos are out-takes from the video series and presented here for your enrichment. A new video will be presented every Monday.

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English Transcript

Br. Patrick who was sort of famous in the community for continuous vocal prayer began to simplify it down to a special method that he seemed to have which was to keep repeating the words over and over again on which he built his permanent and deepening communion with God. We have a picture of him sitting in a chair; his lungs kind of gave out; and he certainly was perfectly happy and you can see that his lips are still moving. He never stopped praying. In the earlier years, he used to milk the cows at 3 o’clock in the morning with a barn that had no heat and no way of getting rid of the manure except through a hole in the floor and the novices, of whom I was one, were assigned to shovel the stuff out in the Spring and spread it on the field. Anyway, he was in there praying: ‘Hail Mary, Hail Mary, full of grace, full of grace, blessed are you, blessed are you, among women, women, women, women …’  At this point, the novice rushed out and went to the abbot and said, ‘I think Br. Patrick is having trouble with temptations!’ And the abbot had to reassure him that this was a special form of prayer that Br. Patrick had developed. In actual death, he was just doing what he always did. But in the course of his long life he had, I’m sure, reached that stage that being here or there was the same thing.
 

El hermano Patrick en la Vida y en la Muerte

El hermano Patrick, que era algo famoso en la comunidad por la oración vocal continua comenzó a simplificarla según un método especial que el parecía tener que consistía en seguir repitiendo las palabras una y otra vez, y así construía su permanente y cada vez más profunda comunión con Dios. Tenemos una foto de él sentado en una silla, sus pulmones parecían haber cedido, y ciertamente el estaba perfectamente feliz y se podía ver que sus labios aun se seguían moviendo. El nunca dejo de orar. En los primeros años, solía ordeñar las vacas a las 3 de la mañana en un granero que no tenia calefacción y en el no había forma de deshacerse del estiércol, excepto a través de un agujero en el suelo y los novicios, de los cuales yo era uno, se nos había encomendado palear el material en la primavera y extenderlo sobre el campo. De todos modos, el estaba allí orando:”Dios te salve María, Dios te salve María, llena de gracia, llena de gracia, bendita seas, bendita tu ere entre las mujeres, mujeres, mujeres, mujeres…” En este punto, un novicio salió corriendo y se dirigió al abad y le dijo: ¡Creo que el hermano Patrick está teniendo problemas con las tentaciones! Y el abad tuvo que asegurarle que se trataba de una forma especial de oración que el hermano Patrick había desarrollado. En el momento de su muerte, él simplemente estuvo haciendo lo que siempre había hecho. Pero en el curso de su larga vida estoy seguro que alcanzó esa etapa donde estar aquí o allá son la misma cosa.