Gifts for Living 79: The Communion of Saints

English Transcript

Gifts for Living 79: The Communion of Saints

When speaking of the angels and seeing at the moment of death some devoted people or people one was very close to, and in trying to explain the visions that people allegedly have with saints, especially the Blessed Virgin Mary, there can be this experiential realization of what the doctrine of Communion of Saints means. In other words, you begin to be part of it.  Of course, we’ve also been part of it because everything is united. As Paul describes in Romans and elsewhere in great detail, we as individuals are like cells in a bigger body and the whole genetic set of discoveries nowadays sort of reinforces or gives greater power to his explanation of the body having many parts.Well now to be a healthy cell is to contribute to the health of the whole body and individual cells can’t disregard the fact that they are part of the whole—a very dynamic whole. And so, the spiritual journey in its most radical form, it can never be a privatized journey; whatever one cell does to fulfill its specific vocation in the body, and every cell has a purpose, so every human being has a destiny and a purpose and a design to which the Spirit invites them. Each cell is the whole program of the Spirit for transformation. It’s already at work, it’s just that at the beginning we’re not aware of the enormous potential that is within us because we’re distracted by the false self and the ego, and its rather superficial concerns compared to the plan of God to transform the human race into the fullness of Christ as a corporate body and not just a few individuals who have made it. So the Communion of Saints is not just a nice association, like a club or something, but it’s the whole inter-relatedness and the common sharing of the human life, and the common contribution for each generation to try to further the project of the divine life—to pass it on—at least to the next generation, but also to fulfill one’s particular role to which the Spirit calls us and works through us.Christ presents an even further challenge—to love as he has loved us, which is readiness to lay down our lives for others, but it’s also the readiness to be perfectly happy to be supplanted or to let other people serve God better than we do; to consider ourselves at best as only equal to others; to realize that what’s important is that God’s work be done and not who does it! And if it happens to be us and we’re called, then there’s no credit, as special as it was.  It’s simply, we’ve done as Jesus says in the Gospel what we’re supposed to do, namely, we’ve responded to a particular role that the Spirit has assigned us in this marvelous body in which everybody, in one sense is equal but different in their service. The Communion of Saints is a project to provide us with all the graces that are already there, but to activate them, so that we might become a positive force in the sense of service. Servant-leadership, in other words, in the body that is not trying to fix everything, because we can’t even fix ourselves, but to allow God’s incredible plan of love to flow throughout the body.

79. La comunión de los Santos

Al hablar de los ángeles y de ver, en el momento de la muerte, a algunas personas devotas o personas muy cercanas al que muere, y tratar de explicar las visiones que las personas dicen haber tenido de los santos, especialmente de la Santísima Virgen María, podemos tener una comprensión experimental de lo que significa la doctrina de la Comunión de los Santos. En otras palabras, empezamos a ser parte de ella. Por supuesto, también hemos sido parte de ella porque todo está unido. Como dice muy detalladamente Pablo en Romanos y en otras partes, nosotros, como individuos, somos como células en un cuerpo de mayor tamaño, y todo el conjunto de descubrimientos actuales de algún modo refuerza o da mayor poder a su explicación de que el cuerpo tiene muchas partes. Ahora bien, ser una célula saludable significa contribuir a la salud de todo el cuerpo, y las células no pueden desentenderse del hecho de que son parte del todo - un todo muy dinámico. De modo que la travesía espiritual en su forma más radicalizada nunca puede ser un viaje privado; lo que sea que haga cada célula para cumplir con su vocación específica en el cuerpo… y cada célula tiene un propósito, así como cada ser humano tiene un destino y un propósito y un plan al que el Espíritu lo invita. Cada célula es el programa completo del Espíritu para la transformación. Ya está operando. Lo que sucede es que al principio no estamos conscientes del enorme potencial que tenemos en nuestro interior porque estamos distraídos por el falso yo y el ego, y sus preocupaciones relativamente superficiales comparadas con el plan de Dios para transformar la raza humana en la plenitud de Cristo como un cuerpo corporativo, y no como unos pocos individuos que han tenido éxito, Por eso la Comunión de los Santos no es solo una linda asociación, como un club o algo así, sino una completa interrelación y participación en común de la vida humana, y la contribución comunitaria de cada generación para impulsar el proyecto de la vida divina para pasarlo a los demás – al menos a la siguiente generación - pero también para cumplir con nuestro papel particular al que somos llamados por el Espíritu, que obra por nuestro intermedio.Cristo presenta un desafío aún más grande – amar como él nos amó, lo que significa estar dispuestos a dar nuestra vida por los demás, pero también estar dispuestos a estar totalmente conformes con ser suplantados, o con permitir que otros sirvan a Dios mejor que lo que lo hacemos nosotros, con considerarnos en el mejor de los casos sólo iguales a los otros; ¡con darnos cuenta que lo que es importante es que se cumpla la obra de Dios, y no quien la realice! Y si resultara que somos nosotros y que somos llamados, entonces no hay ningún mérito, no importa lo especial que haya sido. Simplemente hemos hecho lo que Jesús dice en el Evangelio que se supone que hagamos, es decir, hemos respondido desempeñando un papel particular que el Espíritu nos ha asignado en este maravilloso cuerpo en el que todos, en algún sentido, somos iguales, pero diferentes en nuestro servicio.La Comunión de los Santos es un proyecto para brindarnos todas las gracias que ya están allí, pero que necesitan ser activadas para que podamos volvernos una fuerza positiva respecto del servicio – liderazgo de servicio, en otras palabras, en el cuerpo, que no está tratando de arreglar nada, porque no podemos ni arreglarnos a nosotros mismos, sino permitir que el increíble plan de Dios fluya en todo el cuerpo.