English Transcript
Gifts for Living 83: Hell as a State of Consciousness
There’s a movement to see that hell is primarily a state of consciousness, not necessarily a place. Is there such a thing as a place in eternity? We don’t know. Presumably there’s some kind of boundaries, but we don’t know what these are, and we spoke of the resurrection of the body as a spiritual body, but Paul doesn’t tell us what a spiritual body is or can do. But if it’s a state of consciousness, now this is something we can handle intelligibly, at least for people somewhat educated, because we know that psychological states vary and that they’re sometimes influenced by circumstances or by our own temperamental makeup or by passion arised by certain situations that prevent one from making a full consent to a particular course of action.
In cognitive psychotherapy, which is fairly popular in our time, we recognize that it’s the thoughts that we have, not so much the action or the events that we encounter, that cause the various emotional reactions that occur, and then lead to action which is really not free. So, the only true freedom really is to be free to do God’s will all the time without any difficulty, and with a certain enjoyment. But this is precisely humanity’s natural state that was either lost through original sin, if one can identify with that belief, or it’s the result of our unevolved state in which we’re still unduly under the influence of animal instincts that we haven’t been able to integrate into the specifically human mode of functioning with responsibility, accountability and a certain sense of oneness with the other members of our species. If you see hell as it’s increasingly perceived by theologians, and not even believed in by a great part of the faithful, at least until they have a near-death experience, then you have to think of it as a state to which you can get in.
Fr. Carl: What I hear you saying, Thomas, is that hell is part of the human condition. That it’s not experienced at the end of death; it’s part of the dying process throughout life.
Fr. Thomas: Yes, it happens right now, and it is happening. And the false self creates such a terrible hell that you don’t need an external one.
83. El Infierno como Estado de Conciencia
Hay un movimiento para concebir el infierno como esencialmente un estado de conciencia, no necesariamente un lugar. ¿Acaso existe tal lugar en la eternidad? No lo sabemos. Presumiblemente hay cierto tipo de límites, pero no sabemos cuáles son, y hemos hablado de la resurrección del cuerpo como un cuerpo espiritual, pero Pablo no nos dice qué es un cuerpo espiritual o qué puede hacer. Pero si es un estado de conciencia, eso es algo que es inteligible para nosotros, al menos para gente medianamente educada, porque sabemos que los estados psicológicos varían, y que a veces son influidos por las circunstancias o por nuestra constitución emocional, o por el surgimiento de pasiones debido a ciertas situaciones que nos impiden consentir plenamente a un modo de actuar en especial.
En la psicoterapia cognitiva, que es bastante popular en nuestra época, reconocemos que son los pensamientos que tenemos, no tanto las acciones o los eventos a los que nos enfrentamos, lo que causa las diferentes reacciones emocionales que suceden, y que llevan a la acción, que en realidad no es libre. Por lo tanto, la única libertad en realidad es ser libre para hacer la voluntad de Dios todo el tiempo sin dificultad, y con cierta alegría. Pero ese es, precisamente, el estado natural del hombre que se perdió por el pecado original, si nos identificamos con esta creencia, o el resultado de nuestro estado no evolucionado en el que todavía estamos excesivamente bajo la influencia de los instintos animales que no hemos podido integrar con el modo específicamente humano de funcionar con responsabilidad y un cierto sentido de unidad con los otros miembros de nuestra especie.
Si concebimos el infierno como cada vez más lo conciben los teólogos - y ni siquiera gran parte de los fieles creen en él – al menos hasta que tienen una experiencia de casi muerte, entonces tenemos que pensarlo como un estado al que podemos acceder.
Padre Carl: Lo que escucho que dices, Thomas, es que el infierno es parte de la condición humana. Que no es algo que se experimenta al final con la muerte; es parte del proceso de morir durante toda la vida.
Padre Thomas: Si, sucede ahora mismo, y está sucediendo. Y el falso yo crea un infierno tan terrible que no necesitamos un infierno externo.