Gifts for Living 89: The Cross as a Symbol of God’s Gratuitous Love

English Transcript

Gifts for Living 89: The Cross as a Symbol of God's Gratuitous Love

What happens now if you put on the cross a body that is believed to be the body of God in the sacred humanity of Jesus? What does that say? Well there’s a couple of parables in the Gospels that try to explain this to us but since we’re dealing with mystery what it obviously is trying to say is that God didn’t consider, as Paul puts it, being equal to God something to cling to but emptied himself of all of the dignity and most of the powers of the divinity and certainly the respect deserving of to identify with this hopeless situation in which this human species has fallen even to the point of becoming one with it and becoming the progenitor of it from a spiritual perspective. So, from the divine perspective, God couldn’t have done worse than to make himself a human being, the least intelligent of any species that have intelligence that we know of on earth and in desperate shape and beating each other up when the pain, the interior pain, is so great we have to project it onto somebody else to survive. So, the first thing then that comes across when you look at the cross is that God has taken us and our particular sufferings and that of the whole race completely into himself and shares them and identifies with our plight as well as with the possibilities for further evolution that are inherently present in the whole process. So, the symbol then of the cross with a body on it is the ultimate expression you might say of a love that we can’t understand. In other words, we think of love as involving some kind of reward at least in the erotic sense of the term love, some return from others. But this is an expression of God’s absolutely gratuitous love that is involved in our creation but also in furthering our evolution into a greater share or a complete sharing in the divine life. So, you might say what the cross is revealing is the incredible love of the Father for this intelligent but fragile more or less powerless and long-suffering species. At the same time, Christ on the cross means that God intends to do something about this and is suffering while primarily expressing the intensity of divine love is also expressing his healing or his redemptive which is the real meaning of healing. Love that takes away the guilt or whatever fault there was in our condition. Just how much fault there might be in our condition is one of the questions that higher states of consciousness will have to address. So, the first cross that is bare is the human condition, the second cross with the body of God on it is the introduction into the human species of the divine life itself, that is so powerful that it affects everything in the species backwards and forwards in time since God is not in time what he does is forever, is eternal. So as we contemplate the cross with its identification with the human condition we understand why Christ feels abandoned by the Father and begins to speak of him in a more abstract form rather than the term Abba that he seems to have used during his lifetime, and his visible physical sufferings are the sign of the divine suffering or pain that God experiences in identifying with our condition and it raises the question is it a greater love to take away our sins, or is it a greater love to allow the consequences of our sin? Taking away the guilt has already been done; that enables God to be God in us, so to speak.

La Cruz como Símbolo del Amor Gratuito de Dios

¿Qué sucede ahora si ponemos sobre la cruz un cuerpo que creemos que es el cuerpo de Dios en la sagrada humanidad de Jesús? ¿Qué nos dice eso? Bueno, hay un par de parábolas en los Evangelios que tratan de explicarlo para nosotros, pero dado que estamos hablando de un misterio, lo que obviamente trata de decir es que Dios no consideró, como lo expresa Pablo, que ser igual a Dios era algo a lo que aferrarse, sino que se vació a si mismo de toda dignidad y la mayoría de los poderes de la divinidad, y ciertamente del respeto que merecía, para identificarse con esta desesperada situación en la que la especie humana ha caído, aún hasta el punto de volverse uno con ella, y convertirse en el progenitor de ella desde una perspectiva espiritual. Entonces, desde la perspectiva espiritual, Dios no podía hacer nada peor que volverse un ser humano, la menos inteligente de cualquier especie inteligente que conozcamos en la tierra, en un estado desesperante y golpeándose los unos a los otros cuando el sufrimiento, el sufrimiento interior, es tan grande que hay que proyectarlo en otro para poder sobrevivir. Por lo tanto, la primera cosa que surge cuando se mira la cruz es que Dios nos ha llevado consigo a nosotros y a nuestro sufrimiento particular, y al de toda la raza humana, y lo comparte, y se identifica con nuestra difícil situación, así como con las posibilidades de mayor evolución que están presentes en todo el proceso. Entonces, el símbolo de la cruz con un cuerpo es la máxima expresión, se podría decir, de un amor que no podemos comprender. En otras palabras, cuando pensamos en el amor pensamos que implica alguna clase de recompensa, al menos en el sentido erótico del término amor, alguna devolución de parte de los otros. Pero esta es una expresión del amor absolutamente gratuito de Dios, que está involucrado en nuestra creación, pero también que impulsa nuestra evolución hacia compartir más, o compartir completamente la vida divina. Podríamos decir, entonces, que lo que la cruz nos revela es el increíble amor del Padre por esta inteligente, aunque frágil, especie, más o menos desvalida y por largo tiempo sufriente. A la vez, Cristo en la cruz significa que Dios tiene la intención de hacer algo al respecto, y está sufriendo – aunque principalmente expresa la intensidad del amor divino también expresa su poder sanador o redentor, que es el real significado de la sanación. Un amor que quita la culpa, o cualquier defecto que hubiera en nuestra condición. Exactamente cuan defectuosa puede ser nuestra condición es una de las preguntas que los niveles más elevados de conciencia necesitarán considerar. Entonces, la primera cruz, que está vacía, es la condición humana; la segunda cruz con el cuerpo de Dios sobre ella es la introducción de la especie humana a la vida divina misma, tan poderosa que afecta todo en la especie, hacia el pasado y hacia el futuro en el tiempo, ya que Dios no está en el tiempo su acción es para siempre, es eterna Al contemplar la cruz con su identificación con la condición humana, comprendemos por qué Cristo se siente abandonado por el Padre y comienza a hablar de Él en forma más abstracta que con el término Abba, que parece haber usado durante el transcurso de su vida, y sus visibles sufrimientos físicos son signo del divino sufrimiento o sufrimiento que Dios experimenta al identificarse con nuestra condición. Y plantea la pregunta, ¿es mayor el amor de quitarnos nuestros pecados, o es mayor el amor de permitir las consecuencias de nuestros pecados? Quitar la culpa ya ha sido hecho; eso permite a Dios ser Dios en nosotros, por así decir.