Love Matters are wisdom words from Fr. Thomas Keating spoken during the filming of the new series God is Love: The Heart of All Creation. Some are included in the series; others are from footage published here for the first time. A new word will be posted every Monday throughout the year. May they serve to inspire hope and lift your heart.
English Transcript
Fr. Carl: You say the practice of virtue could change the pathway of the brain. What do you mean?
Fr. T: By the practice of virtue I mean the moderation of these instinctual needs that have often become demands or compulsions in the course of growing up so that, for instance, everybody must or no one can criticize me because that would show something wrong. So that attitude is an exaggeration. Hopefully, not everybody is going to criticize us but that we have a few naysayers is inevitable in this life. Or, to come into this life and to think it’s not right that anyone, especially me, should suffer. Well, that’s a belief system and the emotions tend to follow whatever our belief system is and much of the child’s belief system comes from the culture or his friends or the neurosis that his parents may suffer from or her parents.
To be free of our attachment to find gratification in these successive exercises of activity is the practice of virtue. You keep reminding yourself of what you really want. It’s also a way of staying in the presence of God which as you develop the moderating attitudes, then the presence of God begins to emerge.
You have whatever graces you’ve received and you have the Fruits and Gifts of the Spirit and then they grow into the cosmic consciousness or Christ consciousness, union and unity. And all of those are unconscious to us but the silence activates those powers just as it evacuates the negative energies.
La Práctica de la Virtud y los Dones que provienen del Silencio
Padre Carl: Tú has dicho que la práctica de la virtud puede cambiar los circuitos del cerebro. ¿Qué significa eso?
Fr. T: Por la práctica de la virtud quiero decir la moderación de las necesidades instintivas que a menudo se convierten en exigencias o compulsiones a medida que crecemos, de tal modo que, por ejemplo, nadie puede criticarme porque eso mostraría que hay algo que está mal. Esa actitud es una exageración. Esperemos que no todos quieran criticarnos, pero sí recibiremos algunas críticas, inevitables en esta vida.
Otra exigencia es pensar que no es correcto que nadie sufra, especialmente nosotros. Bueno, este es un sistema de creencias y las emociones responden a lo que sea que afirmen nuestros sistemas de creencias. Gran parte del sistema de creencias del niño proviene de la cultura o de sus pares, o de la neurosis que sufran sus padres.
Estar libre de nuestros apegos a buscar gratificación es en lo que consiste la práctica de la virtud. Nos recordamos una y otra vez qué es lo que en realidad queremos. Es también una manera de permanecer en la presencia de Dios, la que empieza a emerger a medida que desarrollamos estas actitudes de moderación.
Tenemos las gracias que hemos recibido, cualesquiera que estas sean, y tenemos los Frutos y Dones del Espíritu, y luego estos se despliegan y se convierten en la conciencia cósmica, o la conciencia crística, la unión y la unidad. Y todo esto permanece inconsciente a nosotros, pero el silencio activa esos poderes a la vez que evacua las energías negativas.